El día de hoy estuve meditando un poco acerca de este tema de la violencia verbal en la escuela, una forma tan sutil de violencia que hasta cierto punto la hemos considerado "normal o cotidiana" y que destruye la autoestima de los niños.
¿Qué es la autoestima?
La autoestima es la idea que tenemos a cerca de nuestra propia valía como personas y se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que sobre nosotros mismos hemos ido recogiendo durante nuestra vida; creemos que somos listos o tontos; nos sentimos antipáticos o graciosos; nos gustamos o no. Los millares de impresiones, evaluaciones y experiencias así reunidos se conjuntan en un sentimiento positivo hacia nosotros mismos o, por el contrario, en un incómodo sentimiento de no ser lo que esperábamos.
¿Cómo se forma el autoestima?
La autoestima se va desarrollando a lo largo de toda nuestra vida a través de las experiencias por las que pasamos. Si estamos con personas que no nos aceptan, que nos ponen condiciones para querernos disminuye la autoestima. Si nos valoran por nuestros logros, nuestra belleza, nuestra simpatía, nuestras posesiones seguramente no saldremos muy bien parados; aprenderemos a desvalorizarnos.
Además de los juicios de los demás, sobre nuestra autoestima influye la forma en que en nuestro diálogo interno interpretamos esas experiencias positivas y negativas que vivimos. La baja autoestima está relacionada con una forma inadecuada de pensar acerca de nosotros mismos. Existen formas distorsionadas de pensar. Son pensamientos de autodevaluación que deterioran nuestra autoestima.
Algunos ejemplos de estas distorsiones de pensamiento son los siguientes:
- Sobregeneralización: A partir de un hecho aislado se crea una regla universal, general, para cualquier situación y momento. Un pequeño error puede ser interpretado como "todo me sale mal". Un gesto de desaprobación de otra persona puede ser interpretado como "todo el mundo me rechaza"
- Valoración global: Se utilizan términos peyorativos para describirse a uno mismo como persona global. No tener habilidad para un determinado tipo de tareas puede ser interpretado como "soy muy torpe" o "soy un fracasado" en lugar de decir "no se me da bien …"
- Filtrado negativo: Nos fijamos sólo en lo negativo de una situación y no nos damos cuenta de lo que puede tener de positivo.
- Autoacusación: Uno se encuentra culpable de todo. Tengo yo la culpa, !Tendría que haberme dado cuenta!.
- Lectura del pensamiento: supones que no le interesas a los demás, que no les gustas, crees que piensan mal de ti...sin evidencia real de ello. Son suposiciones que se fundamentan en cosas peregrinas y no comprobables.
Además de los juicios de los demás, sobre nuestra autoestima influye la forma en que en nuestro diálogo interno interpretamos esas experiencias positivas y negativas que vivimos. La baja autoestima está relacionada con una forma inadecuada de pensar acerca de nosotros mismos. Existen formas distorsionadas de pensar. Son pensamientos de autodevaluación que deterioran nuestra autoestima.
Algunos ejemplos de estas distorsiones de pensamiento son los siguientes:
- Sobregeneralización: A partir de un hecho aislado se crea una regla universal, general, para cualquier situación y momento. Un pequeño error puede ser interpretado como "todo me sale mal". Un gesto de desaprobación de otra persona puede ser interpretado como "todo el mundo me rechaza"
- Valoración global: Se utilizan términos peyorativos para describirse a uno mismo como persona global. No tener habilidad para un determinado tipo de tareas puede ser interpretado como "soy muy torpe" o "soy un fracasado" en lugar de decir "no se me da bien …"
- Filtrado negativo: Nos fijamos sólo en lo negativo de una situación y no nos damos cuenta de lo que puede tener de positivo.
- Autoacusación: Uno se encuentra culpable de todo. Tengo yo la culpa, !Tendría que haberme dado cuenta!.
- Lectura del pensamiento: supones que no le interesas a los demás, que no les gustas, crees que piensan mal de ti...sin evidencia real de ello. Son suposiciones que se fundamentan en cosas peregrinas y no comprobables.
Cómo influye la autoestima en el comportamiento
Tendemos a comportarnos como la persona que creemos que somos, por lo que creemos que somos capaces de hacer. Por ejemplo, si nos vemos a nosotros mismos como poco sociables no nos esforzaremos en intentar relacionarnos con los demás de modo que reforzaremos esa creencia negativa al no darnos a oportunidad de hacer nuevos amigos.
Dado que pensamientos, sentimientos y comportamientos se encuentran interrelacionados la autoestima de una persona influye en cómo se siente, cómo piensa, aprende y crea, cómo se valora, cómo se relaciona con los demás y cómo se comporta.
Tendemos a comportarnos como la persona que creemos que somos, por lo que creemos que somos capaces de hacer. Por ejemplo, si nos vemos a nosotros mismos como poco sociables no nos esforzaremos en intentar relacionarnos con los demás de modo que reforzaremos esa creencia negativa al no darnos a oportunidad de hacer nuevos amigos.
Dado que pensamientos, sentimientos y comportamientos se encuentran interrelacionados la autoestima de una persona influye en cómo se siente, cómo piensa, aprende y crea, cómo se valora, cómo se relaciona con los demás y cómo se comporta.
¿Comprendemos el daño tan grande que hacemos a los niños cuando los llamamos lentos, tontos, burros, problemáticos, desobedientes, olvidadizos, descuidados?
¿Qué piensa un niño cuando sus padres o maestros le dicen al cometer un error "tenías que ser, siempre lo haces, nunca vas a cambiar, ya sabía yo que te ibas a equivocar"?
No podríamos decir mejor en tono amigable:
-puedes apresurarte un poquito más? queda poco tiempo.
-piénsalo bien, esa no es la respuesta.
-Todos nos equivocamos, por eso hay que esforzarnos un poquito más.
-No me has hecho caso, pero es importante que lo hagas para evitar malas consecuencias.
-Lo olvidaste? esta bien, a la otra pondremos un papel para recordarte, pon un poco más de atención.
-Cuida tus cosas porque no podremos comprarte más.
-Te quiero mucho.
Y muchas otras palabras hermosas que pueden salir de nuestra boca, que traerán felicidad, confianza y amor al corazón de nuestros alumnos. Muchas veces nos tenemos que llenar de paciencia, pero todo en la vida es un reto que podemos vencer.
Siempre queda bien esa lección de ponernos en los zapatos del otro, para comprender y valorar, pero para hacerlo primero necesitamos AMAR.
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